Esta receta la tenía pendiente hace ya bastante tiempo y es que es tan amplia la gastronomía de nuestro precioso país que no me bastará esta vida para completar mi recetario mexicano.
Como decía, es una receta que tenía pendiente pero el motor que me llevó a poner manos a la obra fue un email que recibí de una persona pidiendo la receta. Así, nada más… ¿Por qué un mail sencillo me llevó a responder rápidamente una petición? Porque me encanta tener contacto más cercano con las personas que me leen, disfruto mucho cuando recibo un mail ya más personal en donde me cuentan que han hecho mis recetas y les han funcionado, que antes no les gustaba cocinar o no sabían hacerlo y que esto ha cambiado al leer el blog… Cuando recibo mails me emociono y actúo en consecuencia, la mayoría de las ocasiones los contesto, algunos seguramente se me han pasado pero en verdad lo disfruto.
Disfruto “conocer” a aquellas personas detrás de la pantalla, aquellos “anónimos” que lloran con una entrada o que le salió rica la carne con chile… sé que es la mayoría la que no se anima a escribir públicamente, pero quiero que sepas que aprecio esos mails y me encanta leerlos, así que ¡Bienvenidos los mails!
Ahora la receta pedida. Como siempre lo menciono, cada receta tiene sus variantes dependiendo de las costumbres y región en donde se elaboren.
Para esta receta tomé como base el libro de la Sra. Teresa Sahagún de Guísar a la cual le hice algunos ajustes.
En esta receta a los chiles se les da una “pasadita” por aceite, es por eso que se ven arrugaditos, si quieres que queden lisos no los pases por aceite.
Para mi gusto quedan mejor con la pasada por aceite, pero ya lo dejo a tu consideración, vamos pues a la receta pero antes algo más, los ingredientes auméntalos o disminúyelos a tu gusto.
Ingredientes:
1/2 kg de chiles jalapeños
3 zanahorias peladas y cortadas en rodajas
1 cebolla mediana en rebanadas
4-5 ajos grandes
3 hojas de laurel
1 ramita de tomillo
3 pimientas gordas
1/4 cucharadita de orégano
Sal al gusto
Vinagre hasta tapar los chiles
Agua (opcional)
Procedimiento:
1 En una sartén amplia coloca un poco de aceite y agrega los ajos y las zanahorias, antes de que comiencen a dorar, retira y deja en un tazón a parte.
2 Ahora, agrega los chiles y las cebollas, hasta que a los chiles se les haga como una ampolla y se alcanza a ver que el pellejito se retira. No deben de dorarse las cebollas, sólo suavizarse.
3 En seguida, vierte el vinagre y el agua. Yo por cada 3 partes de vinagre puse una de agua para que no quedara tan ácido pero tú calcula tu proporción, puedes dejar solamente con vinagre sin agua.
4 Añade los olores. ajos y zanahorias, menos el orégano. Sazona con sal a tu gusto, deja hervir por 5 minutos a fuego medio. Ya fuera del fuego agrega el orégano, checa de sal de nuevo.
5 Para envasar los chiles, hierve los frascos de vidrio que usarás junto con las tapas.Una vez que han hervido, escúrrelos y aún estando calientes los recipientes, rellena con los chiles y verdura, tapa y ¡Listo!
6 ¡Disfruta! ¿Qué tal con unos frijoles de la olla?
De lo más rico amiwi, en casa nunca faltan..
que bonito colorido!
besos
Genial la receta Pily, esta nos viene muy bien a los que vivimos lejos de México y sólo podemos encontrar los chiles durante la temporada de verano. Nos tenemos que hacer con un buen cargamento y guardarlos para el resto del año.
Genial la receta, querida amiga. Me encantan los chiles jalapeños.
Gracias Pily, tengo mucho tiempo queriendo hacerlos y por fin llego el momento, pero obvio con tu receta, ya te platicare como me quedaron aunque con tu receta me quedaran deliciosos
Gracias!! Tengo la foto! 🙂