La quinoa es una semilla que al menos para mí es muy nueva su introducción en mi cocina.

Al principio no la usaba porque no la conocía y por lo tanto pues no me llamaba la atención, uno cocina más fácil lo que ya domina, después le tuve miedo porque me parecía super difícil que quedara bien ya que la había probado y le faltaba algo o le sobraba.

Así que un día decidí investigar y a la primera me salió perfecta la cocción y sabor de la quinoa. Yo la uso mucho en ensaladas, la incorporo en cualquier tipo de ensalada, rara vez la he comido caliente. Ahora puedo decir que la quinoa forma parte de mi menú semanal.

Algunas personas me han preguntado cómo es que la cocino, así que decidí dedicar una entrada pequeña a la quinoa.

Ingredientes:

1 taza de quinoa
2 tazas de agua
1 cucharadita de sal
1 chorrito de aceite de oliva

Procedimiento:

1 Calienta el agua en una olla profunda, añade la sal y el aceite de oliva.

2 Mientras tanto coloca la quinoa en un colador y en el chorro de agua enjuaga y enjuga, notarás que al principio la semilla es impermeable, no se deja mojar entonces sigue enjuagando, removiendo con los dedos las semillas hasta que sientas que ya el agua penetró, sigue enjuagando un poco.

3 Una vez que el agua ha hervido, vierte la quinoa y en cuanto vuelva a hervir, baja el fuego y tapa.

4 Deja hervir hasta que se haya consumido el agua totalmente, igual que el arroz.

5 Una vez que se consumió el agua, apaga el fuego y deja tapada la olla por 5 minutos sin mover.

6 Destapa y con un tenedor despega las semillas entre sí.

7 ¡Ya puedes usar la quinoa como gustes!

TIPS:

En lugar de poner agua puedes añadir caldo de pollo, quita la sal.

Para ensaladas frías, deja enfriar la quinoa y entonces ya la puedes usar.

Prepara cantidad extra de quinoa y guarda en el refri para que cuando hagas cualquier ensalada sólo le añades la quinoa y ya enriqueciste más tu platillo.