“Hola Pily:
Me pides que escriba algo de mi suegra brevemente y me parece empresa difícil porque ella no fue breve, tú sabes… 106 años de vida.. pues estaba llena de anécdotas.
Creo que los que van a leer esto la recordarán como una gran “charlista”era especialista en platicar, le encantaba hacerlo, además que generalmente era muy ameno todo lo que contaba.
Platicaba mucho de su vida de niña y joven, ella nació en 1904 en Carricitos Sinaloa, vivía unos meses en su casa donde convivía con sus papás y hermanos. Los otros meses los pasaba en la Angostura con sus amadas tías Castro quienes eran grandes de edad y solteras, así que le dedicaban mucho tiempo, como ellas tuvieron mas acceso a la escuela, le enseñaron manualidades, costura, cosas de casa y buenos modales, contaba que siempre la enseñaron a estar derechita en la mesa y donde estuviera parada o sentada y yo creo que todos la recordamos así…perfectamente sentada o parada. , contaba que eran muy dulces con ella.
En sus años de juventud decidió estudiar taquimecanografía y creo que comercio, así que era muy buena para escribir a máquina, que no era muy común en esa época.
También en esos años tuvo un novio que se llamó Toño Monarres, con el cual los planes eran serios, pero decidió terminar con él porque soñó que su papá (de mi suegra) le decía que no se casara con él…. La verdad me impresiona su obediencia y el peso de la opinión de su papá aún en sueños.
Ya mas grande se casó con el General Macario Gaxiola, quien fue un hombre muy importante dentro de la política de su época, ella hablaba muuucho de él, lo admiraba profundamente, se sentía muy orgullosa de haber sido su esposa y por lo que me contaba creo que supo llevar muy bien su matrimonio, vi que supo aplicar muy bien los principios de ser “ayuda idónea” y “mujer virtuosa”; siempre me decía que “no es bueno que el esposo esté solo”. El resultado en su matrimonio fue que su marido a pesar de haber sido un hombre muy enérgico (revolucionario y militar) con ella fue amoroso y leal.
Después de 14 años de matrimonio (sin haber tenido hijos) enviudó viviendo en México (porque el General era Senador de la República) pero decidió volver a Sinaloa para estar más cerca de su familia. Ese año (1953) también nació Fausto, hijo de su hermano Alejandro y contaba que desde que vio al bebé le gustó mucho (y la entiendo muy bien porque a mí también!!jaja), “el caso es que ella se sentía sola y se llevó a Fausto con ella para criarlo y educarlo como su hijo y la verdad es que lo hizo con mucho amor.
Yo la conocí cuando ya tenía 87 u 88 años y de las cosas que mas hacía, además de platicar cosas muy interesantes, coser ropa o tejer Frivolité era cocinar comidas saladas o postres muy ricos.
Ella tenía una cualidad con la que nos hacía sentir bien a todos y era darnos gusto con algún platillo preferido por nosotros.
Cocinar era una parte muy importante de su vida y la nuestra con ella, en su cocina aprendí muchas cosas de su vida, de sus principios, de sus alegrías, su ánimo por aprender, su dominio propio, oí consejos y también vi sus debilidades.
Cuántas cosas contó en la cocina…. “cállate Paco”, el venado que tenía con moño de color en el cuello, la ardilla que era muy perjuiciosa, Carricitos, La Angostura, La nina María, La Chaleca, las tías, La Revolución, sus hermanos, su boda, El Limoncito, cuando le quitaron a Raúl, el coyote al que mató, su negocio de pan, Las Islas Marías, la historia de los muebles tallados, la Madre Conchita, la expulsión de los chinos, la cena de gala con el Presidente de la República, el funeral con honores al General, los años como directora del hospicio, cuando la querían estafar con la paca de dinero, sus paseos al centro de Guadalajara, Cenit, sus asistidos, las tierras, su disfraz de japonesa y de Olga….violinista, el vals de sus 100 años, las Tres Gracias, la clase de pintura, “su muchachito y becho cabecha”, cuando cantaba las canciones que le dedicó el General (que asustaba a algunas jaja) en fin…. son tantas cosas!
Te cuento que aún a sus 105 años iba en taxi al mercado de Abastos (casi nunca pedía que la lleváramos porque decía que estábamos muy ocupadas, que teníamos muchas “anchetas”), así que le pedía a la persona que trabajaba con ella, que la acompañara y se iba a comprar todo lo que necesitaba para cocinar algo muy rico!
Yo creo que todos recordamos el chorizo, los pollos rellenos, las sopitas con mantequilla y sal, las albondiguitas de pollo, el famoso empuje con aceitunas, los tamales de elote (que tenían que estar rebanados de una manera muy especial…me acuerdo de ella toda salpicada de la leche del elote tierno), el chutney de mango, etc, etc
Por supuesto que los postres ocupan un lugar muy especial en mis recuerdos, se acuerdan de las empanadas rellenas de mermelada de piña hecha también en casa? de la capirotada, el pan de naranja, el ate de membrillo, el chocolate batido a mano, la empanadas rellenas de calabaza y sin duda lo mas cotizado eran las famosas BIZCOTELAS que siempre estaban escondidas!! (¿ya sabes por qué verdad Pily?) ah… y por cierto…….siempre había un “guardadito” para Faustito Raúl”.
Ahora te dejo con el tesoro de la entrada: la misma “Tita” a sus 105 años haciendo las bizcotelas, ¿quién mejor que ella nos puede enseñar?
Nuestra cita fué a las 10 am, primero la masa, luego aprender a hacer las figurillas, hacer y volver a hacer, que te queden del mismo tamaño para que se horneen bien, llenar tu charola y hornear… wow!!! esto nos llevó casi 6 horas y con 2 y hasta 4 personas trabajando, con razón “La Tita” dice tan feliz: “se acabó la masa, se acabó la masa “
Transcribo la receta:
1 kg harina
1/2 Kg manteca inca (manteca vegetal)(margarina en España)
1/2 kg azúcar
1 vaso de leche tibia (pusimos una taza, un poco menos)
2 huevos
Procedimiento:
Batir la manteca hasta que esté lisa, se incorpora la harina, agregar el azúcar, huevos, leche y hacer una masa no muy manejada.
Hacerlo en una tina donde quepa muy bien. 😀
Hacer las figuritas (es muy importante invitar a alguien a hacerlas contigo para platicar porque si no va a estar muy pesado!!).
Engrasar las charolas y hornear a 150°, checar a los 20 minutos, si no están dejarlas 5 min más.
Deben de quedar claras, no muy doradas.
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Hicimos todo a mano, nada de batidora |